domingo, 28 de agosto de 2016

Jacques el fatalista (Jacques el fatalista et son maître)



Es una novela satírica del filósofo, crítico de arte y escritor francés Denis Diderot, escrito durante el período de  1765-1780. La primera edición francesa fue publicada póstumamente en 1796, pero ya  era conocido Alemania, gracias a  una traducción parcial de Goethe, que apareció en 1785 y que  volvió a  ha traducir  en 1793, así como una  versión completa en  alemana de Mylius de 1792, donde analiza la psicología del libre albedrío y el determinismo. Es una de las obras más importantes de la literatura de Francia durante la Ilustración.

¿Cómo se conocieron? Por casualidad, como todo el mundo. ¿Cómo se llamaban? ¿Qué os importa? ¿De dónde venían? Del lugar más cercano. ¿Adónde iban? ¿Sabemos acaso adónde vamos? ¿Qué decían? El amo no decía nada; y Jacques decía que su capitán decía que todo cuanto de bueno y de malo nos acontece aquí abajo, escrito estaba allí arriba.  En Jacques el fatalista se cuentan muchas historias mientras el criado Jacques y su amo viajan juntos, distrayéndoles por el camino. El amo desea que Jacques le cuente la historia de sus amores, historia que éste inicia pero que se ve interrumpida constantemente: se encuentran a otras personas y entablan conversación o paran en un albergue, otras veces mana otra historia, de ésta otra y otra. Esto hace que en ocasiones la historia se queda suspendida para continuarse más adelante.


Jacques el fatalista entronca con la tradición cervantina, pero lo hace sobre todo a través de la obra satírica de Laurence Sterne (1713-1768) "Tristram Shandy" (1759), con la que comparte rasgos formales y narrativos. De hecho, la novela toma como punto de partida una anécdota del Tristram Shandy, y más avanzada la obra, Diderot no sólo no oculta su origen, sino que expresa su admiración por Sterne. Al igual que Jacques el fatalista, Sterne presenta una trama no lineal e intrincada, pero las similitudes entre ambas obras son meramente anecdóticas y de estilo. Tristram Shandy trata sobre las vivencias domésticas un tanto grotescas de un grupo de personajes, mientras que Jacques presenta una trama itinerante de inspiración cervantina, donde se describe la picaresca de dos personajes que vagan por el mundo.


Robert Bresson adaptó una anécdota en sí misma, la historia de Madame de La Pommeraye, de Jacques el fatalista por su película Les Dames du Bois de Boulogne (1945). El diálogo de la película fue escrito por Jean Cocteau. Milan Kundera dramatizó la novela en 1971, bajo el título Jacques et son maître. En su ensayo El arte de la novela, Kundera argumenta que Jacques el fatalista es una de las obras maestras de la forma. 

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